En nuestro viñedo ponemos en marcha diversas prácticas sostenibles con el objetivo de preservar no solo la calidad de la materia prima, sino el entorno natural en el que se encuentra.
Rodeado casi en su totalidad por el río, el viñedo está envuelto de la flora y la fauna típicas de este hábitat de la ribera, con bosque bajo de coscoja y carrasca, chopos y fresnos silvestres, que sirven de refugio perfecto para la fauna de la zona y es lugar de paso para multitud de aves. En las cubiertas y en las lindes de las parcelas mantenemos y cuidamos especies arbustivas, arbóreas y herbáceas. En primavera, las margaritas, las amapolas y las flores silvestres inundan de colores un viñedo que comienza a brotar; en otoño, todo el paisaje se inunda de colores ocres, rojizos y amarillos.
Se colocan cajas nido y pequeños montículos de piedra para preservar la presencia de pequeños mamíferos, reptiles, anfibios y aves. Este meandro es el hábitat idóneo para perdices y liebres, aves acuáticas —como el milano negro, la garza, el pato o el martín pescador—, además de otras especies que utilizan este lugar como punto de paso en sus migraciones.
La fauna que protege el viñedo
En Viña Lanciano podemos encontrar artrópodos con amplia representación de las clases arachnida e insecta: ácaros depredadores, fitoseidos, trips, heterópteros, chinches, crisopas, coleópteros, además de dípteros e himenópteros con una gran cantidad de abejas, abejorros, avispas, mariquitas y hormigas. Algunos de ellos son depredadores naturales de la araña amarilla común y el mosquito verde, dos de las plagas que pueden darse en el viñedo y contra las que no utilizamos ningún tipo de insecticida químico.
Preservar una fauna propia que ayude en las labores de viticultura es solo una parte de este cuidado por mantener el ecosistema natural. Con la práctica activa de la viticultura sostenible fomentamos las autodefensas de la vid, reducimos la erosión del suelo y mejoramos su fertilidad. Asimismo, disminuimos la contaminación ambiental, con prácticas principalmente manuales, controlamos el uso del agua y favorecemos que flora y fauna encuentren el equilibrio en nuestro viñedo.