El escenario de la crianza a medida

Alguno de nuestros secretos suceden en una sala sin pilares intermedios, donde la fruta, el roble y el tiempo marcan sus propios tiempos.

Un espacio diáfano

Nuestra nave de crianza alberga un sistema único y totalmente automatizado de apilado, trasiega y climatización en el mundo. De esta manera, podemos trabajar y experimentar con un amplio abanico de tipos de roble. Un escenario único que nos permite criar cada variedad por separado y de forma personalizada, como si de un traje a medida se tratase.

Las dimensiones de nuestra sala de crianza son 80 x 80 metros. Los pilares sobre los que se apoya la bóveda de madera laminada están diseñados como los contrafuertes de las antiguas catedrales. Construida en la cara norte de la antigua bodega, su orientación y ubicación ayudan no sólo a reducir la necesidad energética, sino que también favorece a mantener la temperatura y la humedad de toda la sala de manera homogénea desde el suelo hasta la última barrica.

Pirámides de barricas 

El sistema de apilado tradicional de barricas en Rioja se realiza sobre durmientes, con un máximo de 5 alturas. En cambio, nuestra sala de barricas cuenta con un singular sistema de pirámides que nos permite realizar la crianza por separado según la variedad y la procedencia, diferenciando parcelas, pueblos. Solo al final, antes de que pasen a botella, llevamos a cabo el coupage definitivo.

Nuestros vinos son el fiel reflejo del viñedo, de las parcelas y de las variedades de las que proceden. Con la crianza en barrica buscamos respetar y dejar expresarse a la variedad y al terruño. El cuidado de la materia prima se mantiene como máxima en cada uno de los detalles, también en la selección de robles. Barricas de roble francés, americano, ruso, húngaro, español y mixto (duelas de roble americano y fondos de roble francés, en las que fuimos pioneros) con diferentes tipos de tostado, que seleccionamos y renovamos periódicamente.