Tras los primeros días de vendimia, recepción y selección de las uvas en bodega, comienzan las fermentaciones alcohólicas a producirse en nuestros mostos. Estos excelentes mostos de la cosecha 2014, se convertirán, trás la fermentación, en los vinos de LAN.
Esta primera fermentación se produce de manera espontánea al comenzar las levaduras la transformación de los azúcares contenidos en los mostos, y transformarlos en etanol y dióxido de carbono.
Las levaduras, auténticas protagonistas de esta fase, son unos hongos microscópicos que se encuentran de forma natural en los hollejos de las uvas generalmente en una capa que recubre la piel de las uvas («pruina») a la que se pegan de manera natural, y viajan junto a ellas hasta la bodega, ¡aunque no se vean a simple vista!.
La elaboración de nuestros vinos pasa por una fermentación alcohólica en recipientes de acero inoxidable en lo que se denomina fermentación tumultuosa debido a la gran ebullición que produce durante un periodo de entre diez y catorce días aproximadamente.
Durante esos días seguimos la evolución del mosto mediante el control de parámetros como densidad, temperatura, color,… para obtener de cada depósito la “máxima expresión” de las uvas.
Trasiegos, remontados, retirada de pastas, control de temperaturas, clarificaciones, descubes,.. son procesos que constituyen una fase fundamental para la calidad de nuestros vinos.
Cada depósito se elabora de manera personalizada en función del destino que tenemos pensado para él, éste para LAN Crianza, éste tiene vocación de Gran Reserva, LAN D-12…
Es en estos momentos cuando nacen los vinos de LAN…