Uno de los distintivos de LAN es la innovación en la crianza. Hace más de 20 años fuimos pioneros en el uso de barricas mixtas —con duelas de roble americano y fondos de roble francés—, que seguimos empleando para LAN Crianza y LAN Reserva. Esta búsqueda incesante por aportar signos de identidad únicos y reconocibles a nuestros vinos tiene como consecuencia la selección de barricas de roble de diversos orígenes: francés, de bosques del centro del país como Allier, Tronçais, Jupille, Blois; americano, de zonas próximas a los Apalaches, en los estados de Ohio y Misuri; ruso, de la región del Cáucaso y la República de Adigueya; y húngaro.
En el año 2015 seleccionamos un nuevo tipo de roble, español, de la variedad Quercus pyrenaica. Comenzamos con apenas 6 barricas y descubrimos matices diferentes: aportaba una mayor frescura al vino, con notas más mentoladas y balsámicas. Continuamos haciendo pruebas con las que comparábamos vinos con el mismo origen en distintos tipos de roble. Y nos pareció tan interesante que en la añada 2016 destinamos 30 barricas de roble español a la crianza de este vino, el nuevo LAN 7 METROS, que este año 2020 se incorpora a nuestra familia de vinos singulares, de la que ya forman parte LAN D-12 y LAN Xtrème.
En palabras de nuestra enóloga, María Barúa, la esencia de LAN 7 METROS es la de «un vino que nace de la búsqueda de cómo se hacían los vinos en España hace muchos siglos. La barrica de madera se ha utilizado para la conservación y transporte de los vinos desde el principio de los tiempos».
Un poco de historia
Durante la conquista de la Galia en el siglo I a. C., los romanos vieron cómo los galos usaban barricas de roble para conservar la cerveza. Decidieron imitar esta técnica para aplicarla al transporte del vino que enviaban a Roma, que hasta entonces se hacía en ánforas de barro; un material muy frágil que no resistía largos trayectos teniendo en cuenta que las calzadas estaban ya empedradas. Ya en esta época, los romanos empleaban el roble que encontraban en los bosques cercanos al lugar donde se elaboraba el vino. En el caso de Hispania, la madera de la que disponían con mayor facilidad era la del roble español.
Unos cuantos siglos después, estos robles se utilizaron tanto para la construcción de flotas de barcos, las traviesas de ferrocarril, los túneles y vías en la minería, así como para su explotación en monte bajo.
En la actualidad, la madera de roble Quercus pyrenaica que se utiliza para la enología es muy escasa, ya que en España no se practica la silvicultura. Únicamente los ejemplares que alcanzan las dimensiones adecuadas (un tronco limpio de ramas y nudos de al menos 7 metros) se pueden convertir en barricas para la crianza de vino. En el caso de la primera añada de LAN 7 METROS, el origen de estos robles seleccionados se encuentra en las provincias de León y Burgos.