Durante la última década en estamos practicando activamente la viticultura sostenible en nuestros viñedos con el fin de conseguir una viticultura de equilibrio, fomentando las autodefensas de las plantas y un microclima de los racimos de buena aireación y luminosidad.
No se aplica ningún tipo de herbicida químico para lo que abonamos de forma natural con estiércol, minimizamos el uso de productos fitosanitarios y todo eso se ha traducido en una mejora cualitativa de nuestras uvas.
La viticultura sostenible nos lleva a producir vinos sanos, más saludables para el consumidor a la vez que favorece un medio ambiente menos contaminado, reduciendo la erosión del suelo y mejorando su fertilidad. De este modo llevamos a cabo un compromiso con el medio ambiente, con nuestra tierra, con el fruto de la misma y con nuestro consumidor