Ha llegado el momento de hacer balance una vez finalizada la vendimia en Viña Lanciano. Este singular viñedo, por la composición de su suelo, el clima y su emplazamiento, y con una superficie de 72 hectáreas, marca habitualmente el comienzo de la vendimia en la zona de Rioja Alta.
Un buen año
Afortunadamente, este ha sido un buen año en lo que a condiciones climatológicas se refiere, a diferencia de los años anteriores. 2019 comenzó seco y con precipitaciones en momentos clave del ciclo vegetativo. Las lluvias de principios de septiembre, junto con el viento del norte, nos han hecho permanecer vigilantes ante el posible exceso de humedad en los días previos a la recogida, a los que los racimos deben llegar en un estado de maduración óptimo. Estas condiciones han propiciado que este año la vendimia 2019 comenzara el 13 de septiembre, con una semana de adelanto con respecto al año pasado y en torno a la media de los últimos años. La hemos dado por concluida en nuestra finca Viña Lanciano el 2 de octubre.
A mano
Cada una de las 22 parcelas de nuestra finca Viña Lanciano las selecciona y vendimia a mano un equipo formado por 25 personas, lideradas por José Lopes y su hijo Pedro, nuestros responsables de campo. Como es habitual, la variedad Tempranillo es la más temprana en alcanzar su momento óptimo de maduración. Inauguramos la vendimia en las parcelas El Marqués y en el pago El Rincón el 13 de septiembre y el resto de parcelas de la misma variedad, en los siguientes días del mes septiembre, una vez alcanzado su momento óptimo de maduración. A partir del 28 de septiembre recogimos las variedades Mazuelo y Garnacha y, por último, la variedad Graciano, presente de las parcelas El Llano, El Espino y Pedro González, que marcó el fin de la recogida el pasado 2 de octubre.
Unas semanas intensas en las que la selección comienza con cada cepa, donde se escogen únicamente los racimos maduros. Se recogen en pequeños cestos para evitar que los granos de uva se rompan y se trasladan inmediatamente a la bodega para preservar todo su potencial.
Esta cosecha puede ser una de las míticas añadas de Rioja. Permanecemos expectantes ante el gran potencial de los vinos que han comenzado a dar estas uvas ya vendimiadas. A partir de ahora, el equipo de enólogos —dirigidos por María Barúa— será el responsable de elaborar los vinos nacidos de nuestra finca, de manera individualizada, respetando su origen y parcela. Los primeros mostos de Tempranillo presentan una buena madurez polifenólica, con bocas amplias y carnosas. La variedad Graciano ya está dando vinos con una altísima intensidad colorante y aromas muy intensos de fruta negra madura. Es ahora, mientras se lleva a cabo la fermentación maloláctica en barrica, cuando los vinos presentan su potencial para la crianza y su intensidad aromática, acidez y estructura.